Cadalso de los Vidrios, y el vino de Gredos en general, están llamados a ocupar el lugar en la historia que les corresponde desde antaño.
Nuestros vinos han sido los preferidos de reyes, nobles y plebeyos. Desde la Edad Media, sus pobladores han cultivado la vid en éstas peñas y laderas graníticas, cuya roca madre les otorga unas peculiaridades enológicas únicas, excepcionales y reconocibles en todo el mundo.
Almacenados primero en cavas y cuevas, y después en las actuales bodegas – de las cuales, la del Cristo del Humilladero fue la primera en fundarse en el año 1956 y la más grande en la actualidad – el vino de Cadalso de los Vidrios soporta fresco, saludable y robusto el paso del tiempo.